jueves, 21 de junio de 2012

RAUL GOMEZ JATTIN


Raúl Gómez Jattin nació en Cartagena, el 31 de mayo de 1945, aunque todo el mundo lo tiene por cereteano, porque de CeretéCórdoba, era su familia y allí pasó su infancia.
Su padre fue Joaquín Pablo Gómez Reynero. Su madre, Lola Jattin, nacida en Colombia de padre libanés y madre siria. Raúl Gómez Jattin fue educado en varias poblaciones de la costa norte colombiana.
Llegó a Bogotá en 1965 a estudiar Derecho en la Universidad Externado de Colombia. Era un muchacho de provincia tímido, respetuoso, inteligente y buen estudiante pero sin vocación, estudiaba Derecho por imposición paterna. En el teatro encontró su sitio. Entró pronto a trabajar con el Grupo de Teatro Experimental de su universidad, bajo la dirección de Carlos José Reyes, y participó durante años en un montaje tras otro.
Quienes tuvieron oportunidad de verlo actuar lo recuerdan como un excelente actor, muchos dicen que de los mejores que tenía el país. Un actor inmenso con vozarrón grave y profundo y ademán aristocrático que vivía para el teatro y parecía destinado a no hacer otra cosa.
Hasta que, alrededor de 1972, presentó en el Festival de Manizales un montaje propio, Las nupcias de su excelencia, que el público recibió con una tremenda pitada, dicen que porque no representaba lo que los grupos comunistas del momento esperaban de una obra de teatro. Porque Raúl despreciaba el teatro panfletario: si el arte se vuelve propaganda, decía, pierde todo su valor. A él, que era orgulloso, que le silbaran en su primer montaje lo hundió; y salió huyendo. Dejó todo atrás y se volvió Cereté, a vivir en un terrenito que había comprado su padre muy cerca de la casa familiar y al que puso por nombre Mozambique, como las canciones de Bob Dylan y de sus admirados Richie Ray y Bobby Cruz.
Aunque regresó todavía a Bogotá y siguió haciendo teatro, no volvió nunca a escribir otra obra y se limitó a hacer adaptaciones. Muchos recuerdan aún su montaje de Los Acarnienses, una selección de algunos pedazos del texto de Aristófanes. El estudio a fondo de la pieza derivó en una obsesión por la cultura griega que le duraría toda la vida y que, con el tiempo, marcará su poesía.
OBRA:
Intentas sonreír
                        Intentas sonreír
                        y un soplo amargo asoma
                        quieres decir amor y dices lejos
                        ternura y aparecen dientes
                        cansancio y saltan los tendones
                        Alguien dentro del  erige
                        soledades
                        clavos
                        engaños
                        fosos
                        Alguien
                        hermano de tu muerte
                         arrebata te apresa te desquicia
                        y tú indefenso
                        estas  le escribes.

Gracias señor
                 Gracias señor
                  por hacerme débil
                  loco
                  infantil
                  Gracias por estas cárceles
                  que me liberan
                  Por el dolor que conmigo empezó
                  y no cesa
                  Gracias por toda mi fragilidad tan flexible
                  Como tu arco
                  Señor Amor

 Siento escalofríos de ti
       Siento escalofríos de ti
      hermana muerte
      de verme en esta sala
      mirando un  de David
      y súbitamente entrar en la vejez
      sin ningún diente
      y todas las arrugas
      y los vientos negros
      esparciendo mis cabellos
      Yo te conozco hermana
      se que eres una nube
      de ojos yertos
      que busca otra de luz
      hasta convertirse en una
      Te conozco y sin embargo
      encontrarte en la sala del David
      frente a frente
      fue un gran susto
      hermana mía 

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